¿Quieres regalarle una piedra a otra persona y no sabes qué piedra elegir? Aquí te doy un par de consejos.
Yo creo que la piedra nos escoge. Si vas a un lugar donde hay varias piedras y hay una que te llama la atención, es la piedra que te está escogiendo. Luego, te sorprenderás al ver que la piedra que “escogiste” es justo la que necesitabas en este momento en particular de tu vida o la circunstancia que estabas pasando.
Pero cuando es para otra persona esto puede variar un poquito. Lo que a mi me gusta hacer son dos cosas.
1. Pienso en algo en particular que deseo para la persona. Digamos que mi amiga se llama María y María está buscando trabajo, entonces primero averiguo que piedra la ayudaría a conseguir un trabajo.
Ahora, también hay otros puntos que podemos considerar, digamos primero que María tiene miedo de buscar otro trabajo, entonces buscamos una piedra para tener más coraje, luego una para el trabajo específico y otra para que todo le vaya bien, Entonces le podríamos armar un set de tres piedras: un ágata roja, una turmalina*, y un citrino. Bueno, ustedes ya saben de mi amor por el citrino.
Si María está pasando por una ruptura, y se siente muy mal, pues escogería una rodocrosita y cuarzo rosa y un citrino, para que vea el lado positivo y no se deprima.
2. La segunda manera es ir a un lugar que venden piedras y ahí voy viendo piedras, si puedo, (dependiendo del lugar) las tomo entre mis manos, las miro, y me suele pasar que miro una piedra, y pienso “esta piedra es genial para Maria”.
Siempre es lindo recibir una piedra de regalo y lo más importante es la intención con la que das el cristal.
*Usa la turmalina por periodos cortos, lávala descansa un poco y luego puedes volverla a usar, no se recomienda usarla siempre o por períodos muyyyy largos. ¡OJO!
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